Gertrudis en la Plaza de Santo Domingo

El maestro Fernando Botero llegó a Cartagena con la intención de bautizar a su escultura “Mujer Reclinada», Gertrudis pero fue tarde. Toda la ciudad ya la conocía como “La Gorda» y él aceptó gustoso el apodo.

“La Gorda» reposa en la Plaza de Santo Domingo, al alcance de todos. No cuesta nada mirarla, tocarla o fotografiarse a su lado. Ella es la anfitriona de la plaza y por su estratégica ubicación, frente a la imponente fachada de la iglesia y el claustro de Santo Domingo, restaurado por la Agencia de Cooperación Española, es imposible sustraerse a sus encantos.

Aquí vale la pena visitar la iglesia, y detenerse en la galería de arte y en la biblioteca al interior del claustro.

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